Sumatra , Viernes , 1 de Septiembre de 2017
Nos espera como chófer Colil (alias Conil) . Le pedimos que nos deje comer a medio camino y nos lleva a un sitio bastante indonesio . Demasiado incluso. La estampa para llegar en esas casi 4 horas ya da para un artículo : el tráfico nos presenta brutales adelantamientos . El recorrido no llegará ni a 180 km pero resulta imposible ir a más de 60 km por hora aunque las sensaciones se parezcan más a ir en el coche de Juha Kankunnen en un rally. La australiana Claire, una chica que reside en Singapur con horchata por donde debiera circular sangre , asiste impertérrita al show automovilístico .
Claire, la alegría de la huerta, no dejó de repartir sonrisas |
Tras introducirnos axialmente los últimos botes de la carretera ( camino de cabras más bien ) en el eje trasero del coche ,nuestro Fumanchú particular nos deja hecha la columna papilla de cara a la excursión de mañana.
Breves periodos de hibernación hacen más llevable el atornillamiento a los asientos |
Dodi nos da la bienvenida a Bukit Lawang , la reserva forestal encuadrada dentro de un Parque Nacional en el Norte de la isla de Sumatra .Dormiremos en un Eco-Lodge , con un WC digno de anuncio de Timotei. Nos conectamos con el mundo WiFi con birras. Descubrimos que tienen
una botella de cristal de 620 ml de San Miguel (por lo visto se fabrica en Filipinas ).
Pero nos vamos familiarizando con lo indonesio: la Bintang , que es la cerveza nacional por excelencia.
En medio de ese momento de relax , nos proponen jugar un partido a un extraño juego de futvoley
en hierba . Nos mezclan a los 3 y disfrutamos de la primera gran interacción.
Acaba uno sudando pero poco a poco le vamos cogiendo el tranquillo. Me suelto y
me acabo quedando en gayumbos para saltar más cómodo , ante las chanzas de los locales.
Llueve de repente y cruzamos a la otra ribera. Volvemos a través de un balanceante puente y
comemos en el local de Dodi Al-Fayed noodles más rollitos de primavera. Cunde que
el total de los tres valga unos 20 euros . Dormimos como campeones tras sortear quién lo hace en
la supletoria : Yose . Las mosquiteras nos protegen. Aún así, quemamos
una espiral de incienso por si acaso.
Bukit Lawang , Sábado , 2 de Septiembre de 2017
Desayuno de señores el que nos pegamos : café a esgaya y tostadas , más huevo revuelto. Yose
y Andrés se decantan por noodles. Parece que su dieta basada exclusivamente en noodles
les gusta cada vez más.
Addi , que parece un veterano de guerra , será nuestro gúia e Ípol ( Poli ) , más tímido e inexperto nos escoltará y proveerá . En el almuerzo con un tentempié de frutas y a la comida con una especie de
una botella de cristal de 620 ml de San Miguel (por lo visto se fabrica en Filipinas ).
Pero nos vamos familiarizando con lo indonesio: la Bintang , que es la cerveza nacional por excelencia.
En medio de ese momento de relax , nos proponen jugar un partido a un extraño juego de futvoley
en hierba . Nos mezclan a los 3 y disfrutamos de la primera gran interacción.
Acaba uno sudando pero poco a poco le vamos cogiendo el tranquillo. Me suelto y
me acabo quedando en gayumbos para saltar más cómodo , ante las chanzas de los locales.
Gayumbos de los chinos de un solo uso |
Llueve de repente y cruzamos a la otra ribera. Volvemos a través de un balanceante puente y
comemos en el local de Dodi Al-Fayed noodles más rollitos de primavera. Cunde que
el total de los tres valga unos 20 euros . Dormimos como campeones tras sortear quién lo hace en
la supletoria : Yose . Las mosquiteras nos protegen. Aún así, quemamos
una espiral de incienso por si acaso.
Estos personajes nos preguntaron directamente que ¿dónde habéis dejado a nuestras novias?....bribones!!! |
Desayuno de señores el que nos pegamos : café a esgaya y tostadas , más huevo revuelto. Yose
y Andrés se decantan por noodles. Parece que su dieta basada exclusivamente en noodles
les gusta cada vez más.
De anuncio de Timotei |
arroz servido dentro de una hoja , servido en medio de la jungla.
La visión inicial de unas 30 personas fotografiando a un orangután macho parecía situarnos en medio de un circo . En el que algún guía de otras expediciones dejaban algún plátano maduro en los árboles para atraer a los simios y poner a huevo el selfie facilón para nosotros. Addi, no se acerca al circo y se nota en su gesto que desaprueba estos comportamientos. Cuadra con el discurso que nos
soltó cuando entrábamos en el parque de Gunung Leuser. En el el que nos explicó que la propia palabra de orangután viene de hombre de los bosques .
Después nos fuimos quedando solos , incluso adelantamos a una coreana ...en chanclas . No le auguramos mucha supervivencia. La dificultad de la ruta no me parece mayor que 8 km por una zona selvática con poco sube/baja. La última parte en que sí bajamos un desnivel de la leche
es lo mejor. Aumentan las posibilidades de un buen hostión. Pero como recompensa
nos vemos obligados a dejar pasar por nuestro sendero a la mítica Meena , la abuela a la que hacía referencia Addi. Con ella va su nietín. Los turistas tiramos de fotografía pero bien que dejamos 2 metros de distancia con vía libre para un sprint si precisara. Hay un momento tenso en que ella agarra a un guía por la camiseta y éste, nervioso , saca la "banana de emergencia" a trompicones. Respira aliviado todo el mundo. Y poco después ,arribamos al río y la mini-colonia .
La visión inicial de unas 30 personas fotografiando a un orangután macho parecía situarnos en medio de un circo . En el que algún guía de otras expediciones dejaban algún plátano maduro en los árboles para atraer a los simios y poner a huevo el selfie facilón para nosotros. Addi, no se acerca al circo y se nota en su gesto que desaprueba estos comportamientos. Cuadra con el discurso que nos
soltó cuando entrábamos en el parque de Gunung Leuser. En el el que nos explicó que la propia palabra de orangután viene de hombre de los bosques .
Después nos fuimos quedando solos , incluso adelantamos a una coreana ...en chanclas . No le auguramos mucha supervivencia. La dificultad de la ruta no me parece mayor que 8 km por una zona selvática con poco sube/baja. La última parte en que sí bajamos un desnivel de la leche
es lo mejor. Aumentan las posibilidades de un buen hostión. Pero como recompensa
nos vemos obligados a dejar pasar por nuestro sendero a la mítica Meena , la abuela a la que hacía referencia Addi. Con ella va su nietín. Los turistas tiramos de fotografía pero bien que dejamos 2 metros de distancia con vía libre para un sprint si precisara. Hay un momento tenso en que ella agarra a un guía por la camiseta y éste, nervioso , saca la "banana de emergencia" a trompicones. Respira aliviado todo el mundo. Y poco después ,arribamos al río y la mini-colonia .
Las lianas se aprovechan para el descanso |
El almuerzo envuelto en una gran hoja entra en un periquete |
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